Personas refugiadas relatan al Defensor su desamparo diario y la falta de ayudas



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Madrid, 20 ene (EFE).- El Defensor Del Pueblo ha recibido este lunes por primera vez a un grupo de solicitantes de asilo, quienes le han explicado los problemas diarios que sufren para conseguir un techo donde dormir o sus dificultades para cubrir necesidades básicas, como un lugar para ducharse y lavar la ropa.

Seis peticionarios de protección, en representación de un grupo de unas 50 familias, se han reunido durante casi una hora con el Defensor, Francisco Fernández Marugán, quien -han explicado- admitirá a trámite la queja que han registrado este lunes en la Institución.

Durante el último año, el Defensor del Pueblo ha recibido más de 70 quejas de la Coordinadora de Barrios de Madrid y ha redactado numerosas recomendaciones a las administraciones competentes, ha explicado en declaraciones a la prensa Patricia Fernández, abogada de esta organización de lucha contra la exclusión social.

Daniel, uno de los portavoces del grupo de refugiados, de nacionalidad venezolana, ha explicado que la frase más repetida cuando acuden a una instancia oficial es "no hay plazas", lo que aboca a buscar cajeros automáticos o salas de hospitales para pernoctar.

"Deambulamos todo el día por las calles, buscando un sitio donde agarrar calor, somos tratados como indigentes", ha añadido Daniel, que ha preferido ocultar su apellido.

La única solución que se les ofrece -ha continuado- es acogerse a la campaña de frío del Ayuntamiento de Madrid, con albergues preparados para personas sin hogar en donde no está garantizada la plaza.

Si hay suerte, a la mañana siguiente deben abandonar el alberque entre las ocho y las nueve de la mañana, por lo que "permanecen en la calle desde esa hora hasta las 21.00 o 22.00 horas. Caminando y vagando por las calles".

Además en el Centro de Acogida de El Vivero y en los alberques para los sintecho, la cena consiste en un bocadillo de pavo, una fruta, un yogur, galletas, un quesito, y un café o caldo. El desayuno es igual pero sin fruta. "En ocasiones los alimentos están en mal estado, presentado deficiente estado de conservación", según explican en la queja presentada al Defensor.

Cuando consiguen cama en la campaña de frío, ha añadido la abogada Patricia Fernández, hay "dormitorios hacinados con 140 camas y seis aseos, compartiendo el espacio con personas que tienen muchas carencias vitales y, a la mañana siguiente, se pasan el día vagando en las calles, sin un lugar donde ducharse, donde lavar ropa o donde comer".

Fernández ha demandado al Gobierno central que redimensione el sistema de acogida, flexibilice las condiciones de acceso y permanencia en el mismo y dote de una adecuada plantilla a las oficinas de extranjería y la Oficina de Asilo, así como una crear Agencia de Migraciones, que aglutine las competencias

A su vez, el Ayuntamiento de Madrid tiene que "diseñar un sistema de primera acogida de emergencia que no tenga las características decimonónicas que tiene y ofrecer un sistema digno de alojamiento".