El Consejo de Ministros ha acordado este martes remitir a la Comisión Europea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) aprobado por el Ejecutivo, cuyo texto se encuentra aún en fase de consulta pública al haber quedado ésta suspendida por el estado de alarma.
El PNIEC prevé una reducción de un 23 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990, un objetivo que implica eliminar una de cada tres toneladas de GEI que se emiten actualmente “en coherencia con el incremento de la ambición climática a nivel europeo para 2030 y con el Acuerdo de París”, subraya el Gobierno en un comunicado.
Además, el texto podrá ser modificado en los aspectos que fuera necesario una vez finalice el análisis de las consultas recibidas durante la fase de información pública, que debería haber concluido el pasado 25 de marzo y quedó en suspenso en aplicación del real decreto por el que se declaró el estado de alarma.
Además, añade el comunicado, El PNIEC incorpora nuevas medidas y mayor detalle, reforzando los objetivos y los resultados, e incluye un análisis, con participación de Red Eléctrica Española (REE), que avala la seguridad del suministro eléctrico del mix energético que se fija el plan para 2030.
El PNIEC prevé asimismo que la movilización de inversiones, el ahorro de energía y un mix en el que las energías renovables sean las protagonistas posibilitarán que el Producto Interior Bruto (PIB) aumente en un 1,8 por ciento en 2030 respecto de un escenario sin medidas, lo que representa entre 16.500 y 25.700 millones de euros.
El Plan estima movilizar 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030 para el impulso de renovables, medidas de ahorro y eficiencia, electrificación y redes, el 80 por ciento a cargo del sector privado y el 20 por ciento restante de las administraciones públicas, incluida financiación europea.
Por otro lado, subraya el Ejecutivo, el empleo neto aumentará entre 250.000 y 350.000 personas, lo que supone un 1,7 por ciento más respecto a un panorama sin las medidas del PNIEC, una horquilla que representa el empleo neto anual, es decir, los puestos de trabajo adicionales y no acumulables que se crean cada año desde 2021 a 2030.
Las inversiones en renovables generarían –según cálculos del Gobierno- entre 107.000 y 135.000 empleos netos al año en 2030; las dedicadas al ahorro y eficiencia energética, entre 56.000 y 100.000 puestos de trabajo; las de redes y electrificación de la economía, unos 46.000, e, indirectamente, el cambio energético creará hasta 118.000 empleos netos en 2030.
El PNIEC incorpora además medidas en materia de transición justa y pobreza energética, en línea con la Estrategia de Transición Justa y la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, que establece indicadores y objetivos de reducción de al menos un 25 por ciento en 2025.
En este sentido, incluye la participación local en proyectos renovables, el fomento de la energía renovable a partir de biomasa o la promoción de la eficiencia energética en el sector residencial y propone instrumentos para garantizar a los consumidores el derecho a consumir, producir, almacenar y vender su propia energía .
El Gobierno asegura que las medidas contenidas en el PNIEC no solo consiguen reducir las emisiones de GEI, sino también las de los principales contaminantes primarios asociados con la calidad del aire, como las partículas PM 2,5, el dióxido de azufre (SO2) o el óxido nitroso (NOx). EFE
El PNIEC prevé una reducción de un 23 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990, un objetivo que implica eliminar una de cada tres toneladas de GEI que se emiten actualmente “en coherencia con el incremento de la ambición climática a nivel europeo para 2030 y con el Acuerdo de París”, subraya el Gobierno en un comunicado.
Pendiente de evaluación
El Ejecutivo responde así al requerimiento de Bruselas de envío urgente de la versión definitiva del Plan, “sin perjuicio de que en un momento posterior éste se adapte a las medidas ambientales que surjan de la evaluación ambiental estratégica”, aún pendiente en once de los 21 planes presentados, explica el comunicado.Además, el texto podrá ser modificado en los aspectos que fuera necesario una vez finalice el análisis de las consultas recibidas durante la fase de información pública, que debería haber concluido el pasado 25 de marzo y quedó en suspenso en aplicación del real decreto por el que se declaró el estado de alarma.
Un plan más reforzado
En opinión del Ejecutivo, el texto da respuesta a las recomendaciones emitidas por la Comisión Europea, incluye mejoras en el modelo y aborda las cuestiones derivadas de la consulta pública realizada entre el 22 de febrero y el 1 de abril de 2019 y las recomendaciones contenidas en el documento de alcance de la evaluación ambiental estratégica.Además, añade el comunicado, El PNIEC incorpora nuevas medidas y mayor detalle, reforzando los objetivos y los resultados, e incluye un análisis, con participación de Red Eléctrica Española (REE), que avala la seguridad del suministro eléctrico del mix energético que se fija el plan para 2030.
Principales medidas
El Gobierno asegura que las medidas contempladas en el plan permitirán alcanzar en 2030 un 23 por ciento de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a 1990, el 42 por ciento de renovables en el uso final de la energía, una mejora del 39,5 por ciento en la eficiencia energética en la próxima década y el 74 por ciento de presencia de energías renovables en el sector eléctrico.El PNIEC prevé asimismo que la movilización de inversiones, el ahorro de energía y un mix en el que las energías renovables sean las protagonistas posibilitarán que el Producto Interior Bruto (PIB) aumente en un 1,8 por ciento en 2030 respecto de un escenario sin medidas, lo que representa entre 16.500 y 25.700 millones de euros.
El Plan estima movilizar 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030 para el impulso de renovables, medidas de ahorro y eficiencia, electrificación y redes, el 80 por ciento a cargo del sector privado y el 20 por ciento restante de las administraciones públicas, incluida financiación europea.
Objetivos ambiciosos
El Gobierno prevé que la menor importación de combustibles fósiles –en especial, petróleo y carbón– y la progresiva penetración de las energías renovables mejorará la dependencia energética del exterior del 74 por ciento en 2017 al 61 por ciento en 2030.Por otro lado, subraya el Ejecutivo, el empleo neto aumentará entre 250.000 y 350.000 personas, lo que supone un 1,7 por ciento más respecto a un panorama sin las medidas del PNIEC, una horquilla que representa el empleo neto anual, es decir, los puestos de trabajo adicionales y no acumulables que se crean cada año desde 2021 a 2030.
Las inversiones en renovables generarían –según cálculos del Gobierno- entre 107.000 y 135.000 empleos netos al año en 2030; las dedicadas al ahorro y eficiencia energética, entre 56.000 y 100.000 puestos de trabajo; las de redes y electrificación de la economía, unos 46.000, e, indirectamente, el cambio energético creará hasta 118.000 empleos netos en 2030.
El PNIEC incorpora además medidas en materia de transición justa y pobreza energética, en línea con la Estrategia de Transición Justa y la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, que establece indicadores y objetivos de reducción de al menos un 25 por ciento en 2025.
En este sentido, incluye la participación local en proyectos renovables, el fomento de la energía renovable a partir de biomasa o la promoción de la eficiencia energética en el sector residencial y propone instrumentos para garantizar a los consumidores el derecho a consumir, producir, almacenar y vender su propia energía .
El Gobierno asegura que las medidas contenidas en el PNIEC no solo consiguen reducir las emisiones de GEI, sino también las de los principales contaminantes primarios asociados con la calidad del aire, como las partículas PM 2,5, el dióxido de azufre (SO2) o el óxido nitroso (NOx). EFE