Greenpeace demanda a los ayuntamientos que habiliten más espacio en las calles para peatones, ciclistas y autobuses frente al COVID19 - ES | Greenpeace España

Greenpeace demanda a los ayuntamientos que habiliten más espacio ...

La necesidad de mantener la distancia física y la amenaza de un aumento en el uso del automóvil obligan a repensar las calles de cara a la desescalada.



La reducción de aforo en los autobuses también hace indispensable implantar nuevos carriles bus para mantener la capacidad de un servicio esencial

Greenpeace solicita a las ciudades que sigan los pasos de capitales como Berlín, París o, más recientemente, Barcelona, cuyos ayuntamientos están ampliando el espacio peatonal e implantando nuevos ejes ciclistas sobre la calzada

Espacio suficiente para caminar manteniendo la distancia de seguridad, mejorar los servicios de metro y autobús y poder moverse en bicicleta de forma segura y accesible. Estas son las claves que, según Greenpeace, los ayuntamientos deben tener en cuenta para poder garantizar la movilidad cuando comience el fin del confinamiento. Para ello, es necesario modificar el diseño de las calles y una planificación basada en las necesidades de todas las personas y no solo de las que se mueven en coche.



Greenpeace se suma así a los técnicos, expertos, colectivos sociales y a la ciudadanía que ya están solicitando cambios urgentes en el espacio urbano de nuestro país, siguiendo la estela de otras ciudades en todo el mundo que están apostando por soluciones de urbanismo táctico. En especial, destacan las medidas relativas a ampliar de manera provisional la superficie peatonal para garantizar el espacio entre las personas transeúntes, ya sea peatonalizando calles completas o extendiendo las aceras mediante vallas sobre la calzada.



También destacan las soluciones para animar a usar la bicicleta en trayectos urbanos, implantando carriles bici “rápidos” en las grandes avenidas, empleando para ello parte del espacio antes dedicado a los coches. Una medida que debe hacerse extensiva al transporte público, que se verá muy afectado por la pérdida de ingresos y las restricciones de aforo. La organización ecologista destaca el papel del tren, metro y autobús como servicios esenciales durante la pandemia. El autobús, por su mayor flexibilidad, puede aumentar su velocidad comercial si se prioriza su acceso a las ciudades mediante carriles exclusivos. La mejora del servicio evitaría los trenes y buses llenos, permitiendo a la población desplazarse a sus trabajos o rutinas de manera segura manteniendo la distancia física.



“Este conjunto de medidas se pueden implantar de manera rápida y a coste muy reducido, ya que se emplean vallas, señales y pintura sin necesidad de obras de construcción. Estos planes pueden complementarse con medidas de gestión, como, por ejemplo, modificando la programación de los semáforos para evitar la acumulación de grupos numerosos de peatones esperando para cruzar”, afirma Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace. En nuestro país, el Ayuntamiento de Barcelona ha sido el primero en anunciar que acometerá estas medidas actuando sobre 32 kilómetros de sus principales calles, como Diagonal o Gran Vía.