COVID-19 en España
Foto: Olmo Calvo
Foto: Olmo Calvo
La organización Médicos Sin Fronteras propone que se humanicen con urgencia los cuidados de las personas mayores y se faciliten las despedidas dignas con las familias. "Abogamos por el tratamiento del dolor mediante los medicamentos que se usan en atención paliativa para todos los enfermos terminales y el apoyo en salud mental para trabajadores, familiares y pacientes".
Médicos Sin Fronteras (MSF) estamos extremadamente preocupados por la situación de nuestros mayores frente a la COVID-19 y proponemos a las autoridades españolas que se humanicen sus cuidados y se faciliten unas despedidas dignas entre paciente y familiares tanto en sus últimas horas como una vez fallecidos; siempre guardando el debido respeto a unas medidas de distanciamiento y protección, así como limitando el número de asistentes.
“Hay ancianos que están muriendo solos y sin compañía de los suyos en las residencias y hospitales. Algo que no debería suceder. Tenemos que encontrar entre todos un modo seguro de ofrecer a estas personas una despedida digna”, señala nuestro presidente y coordinador de nuestra respuesta en Cataluña, el doctor David Noguera.
“Sabemos que son el colectivo más vulnerable, aquel cuya salud está más amenazada por el coronavirus. Por tanto, son los que merecen mayor atención, y de forma urgente”, añade.
Según la normativa española desarrollada para la COVID-19 -en concreto el “Procedimiento para la gestión de cadáveres de casos de COVID-19” del 26 de marzo de 2020, establece que: “antes de proceder al traslado del cadáver, debe permitirse el acceso de los familiares y amigos, restringiéndolo a los más próximos y cercanos, para la despedida”. En la misma línea, las directrices aplicables a este caso de pandemias de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), establecen como esencial el derecho del paciente a recibir visitas.
Consideramos que las residencias, en este contexto, deberían ser una parte esencial del sistema de salud y que fuera posible que se proporcionase en estos centros toda la atención médica adecuada para sus residentes, asegurando siempre la referencia hospitalaria cuando fuera necesaria.
“Para nosotros, es fundamental que la gestión de la situación en las residencias se incorpore a la gestión integral y unificada de esta epidemia, como parte esencial de la respuesta del sistema de salud. Basta de delimitaciones competenciales entre departamentos, que, como otras diferenciaciones administrativas, son útiles en una situación normal pero un obstáculo cuando hay que agilizar las medidas necesarias”, apunta nuestro presidente.
Centros de atención especializada
Abogamos también por el tratamiento del dolor siguiendo los protocolos habituales para los enfermos terminales. “Creemos que es clave que estas personas sean atendidas en centros o por personal especializado en paliativos. Sea a domicilio, en un hospital, un pabellón sanitario externo, una residencia, o en lo que llamamos ‘pabellón confort”, una estructura medicalizada con cuidados paliativos para atender a estos pacientes de manera digna en sus horas finales”, propone Noguera. “Nos consta que se están haciendo esfuerzos, y MSF quiere contribuir a que nuestros mayores tengan una despedida digna cerca de sus familiares. Por esto hemos iniciado en Barcelona un proyecto en esta línea que estamos replicando en otros lugares del país”, añade.
Se trata de un programa a partir del cual Médicos Sin Fronteras asesoramos tanto a las autoridades como al personal de residencias y de hospitales que están recibiendo pacientes con COVID-19, en relación a cuidados paliativos, manejo de equipos de protección individual, medidas de higiene y diseño de circuitos para reducir el riesgo de propagación del virus, entre otros aspectos.
Por último, señalamos también que el apoyo psicosocial y en salud mental es otra de las piezas clave en este proceso. “Pero no solo para los mayores, sino también para sus familias. Incluso para los trabajadores de las residencias y el personal médico y sanitario, que están realizando jornadas extenuantes en una tensión y dureza extrema viendo morir a sus pacientes solos sin contacto familiar”, asegura Noguera.
“La sociedad española, y también Médicos Sin Fronteras, reclamamos el derecho a vivir y morir con dignidad. Como decía, solamente entre todos superaremos esta pandemia. Y solamente entre todos encontraremos un modo para que nuestros mayores y sus familiares tengan la atención que se merecen”, añade.
“Hay ancianos que están muriendo solos y sin compañía de los suyos en las residencias y hospitales. Algo que no debería suceder. Tenemos que encontrar entre todos un modo seguro de ofrecer a estas personas una despedida digna”, señala nuestro presidente y coordinador de nuestra respuesta en Cataluña, el doctor David Noguera.
“Sabemos que son el colectivo más vulnerable, aquel cuya salud está más amenazada por el coronavirus. Por tanto, son los que merecen mayor atención, y de forma urgente”, añade.
Según la normativa española desarrollada para la COVID-19 -en concreto el “Procedimiento para la gestión de cadáveres de casos de COVID-19” del 26 de marzo de 2020, establece que: “antes de proceder al traslado del cadáver, debe permitirse el acceso de los familiares y amigos, restringiéndolo a los más próximos y cercanos, para la despedida”. En la misma línea, las directrices aplicables a este caso de pandemias de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), establecen como esencial el derecho del paciente a recibir visitas.
Consideramos que las residencias, en este contexto, deberían ser una parte esencial del sistema de salud y que fuera posible que se proporcionase en estos centros toda la atención médica adecuada para sus residentes, asegurando siempre la referencia hospitalaria cuando fuera necesaria.
“Para nosotros, es fundamental que la gestión de la situación en las residencias se incorpore a la gestión integral y unificada de esta epidemia, como parte esencial de la respuesta del sistema de salud. Basta de delimitaciones competenciales entre departamentos, que, como otras diferenciaciones administrativas, son útiles en una situación normal pero un obstáculo cuando hay que agilizar las medidas necesarias”, apunta nuestro presidente.
Centros de atención especializada
Abogamos también por el tratamiento del dolor siguiendo los protocolos habituales para los enfermos terminales. “Creemos que es clave que estas personas sean atendidas en centros o por personal especializado en paliativos. Sea a domicilio, en un hospital, un pabellón sanitario externo, una residencia, o en lo que llamamos ‘pabellón confort”, una estructura medicalizada con cuidados paliativos para atender a estos pacientes de manera digna en sus horas finales”, propone Noguera. “Nos consta que se están haciendo esfuerzos, y MSF quiere contribuir a que nuestros mayores tengan una despedida digna cerca de sus familiares. Por esto hemos iniciado en Barcelona un proyecto en esta línea que estamos replicando en otros lugares del país”, añade.
Se trata de un programa a partir del cual Médicos Sin Fronteras asesoramos tanto a las autoridades como al personal de residencias y de hospitales que están recibiendo pacientes con COVID-19, en relación a cuidados paliativos, manejo de equipos de protección individual, medidas de higiene y diseño de circuitos para reducir el riesgo de propagación del virus, entre otros aspectos.
Por último, señalamos también que el apoyo psicosocial y en salud mental es otra de las piezas clave en este proceso. “Pero no solo para los mayores, sino también para sus familias. Incluso para los trabajadores de las residencias y el personal médico y sanitario, que están realizando jornadas extenuantes en una tensión y dureza extrema viendo morir a sus pacientes solos sin contacto familiar”, asegura Noguera.
“La sociedad española, y también Médicos Sin Fronteras, reclamamos el derecho a vivir y morir con dignidad. Como decía, solamente entre todos superaremos esta pandemia. Y solamente entre todos encontraremos un modo para que nuestros mayores y sus familiares tengan la atención que se merecen”, añade.