Profesionales de la Sanidad de Madrid reciben mascarillas perforadas o rotas por las costuras para enfrentarse al virus
Al problema surgido con las mascarillas de protección que no establecen el nivel de defensa ante el contagio para el que deben ser utilizadas, se une la pésima calidad de las que se han puesto en uso.
Por ello, los profesionales no están seguros de que las mascarillas que se les están suministrando cumplan las especificaciones de seguridad requeridas para preservarles del coronavirus. CCOO denuncia que el problema no está solo en los lotes que se han retirado sino que algunas de las mascarillas que se siguen entregando como es el caso de las mascarillas recibidas en el Hospital Gregorio Marañón, están “perforadas” (según vídeo adjunto). Por ello pide que se hagan pruebas urgentes a todos los profesionales y que se revise el material (mascarillas) que se está utilizando en los centros sanitarios y sociosanitarios.
En los centros del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) se siguen distribuyendo y utilizando mascarillas con deficiencias importantes tanto por defecto como por omisión de instrucciones o leyendas de seguridad, y los profesionales continúan atendiendo a pacientes COVID-19 con dicho material, aún a riesgo de que ello pueda provocar nuevos contagios entre las plantillas y también en sus entornos más cercanos. Esto acarrea, además de riesgo para su salud y la de sus familias, peligros para los pacientes y podría provocar una importante merma en las plantillas, ya diezmadas (5.543 profesionales de la Comunidad de Madrid aún siguen de baja por contagio o aislamiento) en los centros sanitarios de la región.
El Ministerio de Sanidad ordenó el pasado 15 de abril la retirada de todas las mascarillas N95 de Garry Galaxy, contenidas en envases de color verde, primero señalaron que había otro lote en envases azules de Garry Galaxy que si cumplían con las especificaciones técnicas correctamente, sin embargo días después las NK95, en envase azul, tuvieron que ser retiradas también. Y Salud Pública de la Comunidad de Madrid envió el aviso a sus centros para retirar si hubiere y para controlar a los profesionales que habían hecho uso de estas.
CCOO reitera que los trabajadores de la sanidad pública, privada, de residencias de mayores, funerarias, y otros servicios en primera línea asistencial necesitan seguridad para realizar su trabajo, en condiciones que no supongan un riesgo para sí mismos ni para terceros.
Por ello, los profesionales no están seguros de que las mascarillas que se les están suministrando cumplan las especificaciones de seguridad requeridas para preservarles del coronavirus. CCOO denuncia que el problema no está solo en los lotes que se han retirado sino que algunas de las mascarillas que se siguen entregando como es el caso de las mascarillas recibidas en el Hospital Gregorio Marañón, están “perforadas” (según vídeo adjunto). Por ello pide que se hagan pruebas urgentes a todos los profesionales y que se revise el material (mascarillas) que se está utilizando en los centros sanitarios y sociosanitarios.
En los centros del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) se siguen distribuyendo y utilizando mascarillas con deficiencias importantes tanto por defecto como por omisión de instrucciones o leyendas de seguridad, y los profesionales continúan atendiendo a pacientes COVID-19 con dicho material, aún a riesgo de que ello pueda provocar nuevos contagios entre las plantillas y también en sus entornos más cercanos. Esto acarrea, además de riesgo para su salud y la de sus familias, peligros para los pacientes y podría provocar una importante merma en las plantillas, ya diezmadas (5.543 profesionales de la Comunidad de Madrid aún siguen de baja por contagio o aislamiento) en los centros sanitarios de la región.
El Ministerio de Sanidad ordenó el pasado 15 de abril la retirada de todas las mascarillas N95 de Garry Galaxy, contenidas en envases de color verde, primero señalaron que había otro lote en envases azules de Garry Galaxy que si cumplían con las especificaciones técnicas correctamente, sin embargo días después las NK95, en envase azul, tuvieron que ser retiradas también. Y Salud Pública de la Comunidad de Madrid envió el aviso a sus centros para retirar si hubiere y para controlar a los profesionales que habían hecho uso de estas.
CCOO reitera que los trabajadores de la sanidad pública, privada, de residencias de mayores, funerarias, y otros servicios en primera línea asistencial necesitan seguridad para realizar su trabajo, en condiciones que no supongan un riesgo para sí mismos ni para terceros.