Illa defiende que el estado de alarma sigue siendo necesario para restringir la movilidad



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Dice que será Sánchez quien anuncie si pedirá otra prórroga y admite: sin ésta sólo se podrá confinar a población "bajo tutela judicial"



MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido este jueves que el estado de alarma sigue siendo "necesario" para restringir la movilidad de la ciudadanía porque, hoy por hoy, es el "único instrumento constitucional" que permite limitar un derecho fundamental como es la libertad de circulación.



En su comparecencia semanal ante la Comisión de Sanidad del Congreso, Illa ha atribuido la buena evolución de la epidemia al estado de alarma, junto con el "buen hacer" de los profesionales sanitarios y el resto de trabajadores esenciales que han permanecido en primera línea, unido a un "comportamiento ejemplar de la ciudadanía".



En la actualidad el Gobierno se inclina por solicitar al Congreso de los Diputados una nueva prórroga del estado de alarma --la última ampliación vence el 7 de junio-- y ya ha iniciado los contactos con los partidos políticos para sondear su disposición a apoyarla.



La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, admitió el martes pasado que el Ejecutivo prepara un plan alternativo si decae el estado de alarma para mantener algunas medidas de control de la enfermedad, pero sin estado de alarma no será posible prohibir los desplazamientos entre provincias, por ejemplo.



Illa ha avanzado que será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el encargado de anunciar si el Ejecutivo decide solicitar o no una nueva prórroga del estado de alarma que, en palabras de Calvo, en principio sería la última.



A preguntas de ERC, ha aclarado que si decae el estado de alarma la única forma de aislar a una población determinada sería a instancias de un Gobierno autonómico. Eso sí, ha recordado que esa decisión, al afectar a un derecho fundamental, está sometida a "tutela judicial", al igual que la prórroga del estado de alarma precisa de la autorización de un poder diferente al Ejecutivo, en este caso el legislativo.



El ministro ha puesto como ejemplo el hotel de Tenerife, sobre el que la Comunidad Autónoma de Canarias pidió una cuarentena, que tuvo que respaldar un juez.



PRUDENCIA CON LAS FASES

A pesar de que el Gobierno no ha detectado por el momento un impacto negativo en la evolución de la epidemia que pudiera atribuirse al levantamiento progresivo de las restricciones impuestas por el estado de alarma, Illa ha defendido actuar "con tiento" en lo que se refiere al avance de los distintos territorios de una fase a otra de las cuatro previstas en el plan de transición hacia la denominada 'nueva normalidad'.



Ha aclarado en este sentido que el Gobierno, "en principio", es "partidario de mantener" el criterio establecido respecto de que entre fase y fase se cumpla un periodo de 14 días, que es el periodo máximo de incubación del virus antes de presentar síntomas, porque esto permite valorar si las medidas de alivio han tenido un impacto negativo o no.



Ahora bien, como ya dijera en ocasiones anteriores, ha abierto la puerta a evaluar esta condición de respetar el plazo de 14 días en caso de que la evolución de la epidemia avance a un ritmo "muy bueno" en según qué sitios.



Illa también se ha abierto a "considerar" la prohibición de desplazarse de una provincia a otra antes de que se levante el estado de alarma, si bien ha precisado que hoy por hoy el Gobierno entiende que esta limitación en los desplazamientos es una "garantía" a la hora de contener eventuales rebrotes que puedan producirse, porque permite que los contagios queden concentrados en una provincia concreta sin que se extienda a otras.



Aunque ésta es una reivindicación expresada por algunos presidentes autonómicos como el gallego Alberto Núñez Feijoó, Illa ha defendido que la limitación de la movilidad interprovincial es una medida de precaución que "está funcionando bien" y que "la mayoría de Comunidades Autónomas avala".



El ministro ha subrayado que lo relevante en este plan no es avanzar como si se tratase de un "sprint", sino que hay que verlo más como "una carrera de fondo, donde lo importante es no dar pasos en falso".



Illa ha advertido de que España no puede permitirse dar "ningún paso atrás" ni por los fallecidos por la COVID-19, ni por aquellos que aún están en las UCIs ni por quienes, aún recuperados, siguen recuperándose de las consecuencias de la enfermedad.