74.000 enfermeras y enfermeros se han contagiado del Covid-19, 5.500 de forma grave

Sólo tres de cada 10 enfermeras y enfermeros ha sido sometido a más de una prueba diagnóstica de la enfermedad, y 8 de cada diez han tenido que reutilizar las mascarillas FPP-2 o FPP-3 para atender a pacientes afectados por el nuevo coronavirus

fotonoticia_20200616105522_1024.jpg

   MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Unos 74.000 enfermeros se han contagiado del Covid-19 y 5.500 han sufrido la enfermedad de forma grave, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por Sondea para el sindicato de Enfermería (Satse), en el que se han encuestado, desde finales de mayo y hasta principios de junio, a 8.218 enfermeras.

   Asimismo, el trabajo ha puesto de manifiesto que durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 sólo tres de cada 10 enfermeros ha sido sometido a más de una prueba diagnóstica de la enfermedad, y 8 de cada diez han tenido que reutilizar las mascarillas FPP-2 o FPP-3 para atender a los pacientes afectados por el nuevo coronavirus.

   Por todo ello, los profesionales que suspenden con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad del material de protección que han tenido a su disposición, viéndose obligados. "La alta afectación de la enfermedad dentro del colectivo enfermero, la falta de suficiente material y equipos de protección, así como de pruebas diagnósticas de la Covid-19, y las graves consecuencias que su lucha contra la enfermedad ha supuesto nivel personal y familiar son algunas de las principales conclusiones del estudio y que refrendan las sucesivas y reiteradas denuncias que desde la organización sindical se han realizado tanto a nivel nacional como internacional", han dicho desde Satse.

   Y es que, según el estudio, 9 de cada 10 profesionales de Enfermería encuestados han trabajado durante la crisis sanitaria y han tenido contacto con pacientes diagnosticados o sospechosos de coronavirus (91,60%). Asimismo, las pruebas que se les ha realizado han sido PCRs en el 56,22 por ciento de los casos, test rápidos en el 53,70 por ciento de los casos y estudios serológicos en el 46,41 por ciento.

   Respecto a la protección con la que han contado para realizar su trabajo, la cantidad y calidad del material disponible ha sido valorado por los profesionales durante las peores semanas de la pandemia con 3,46 puntos sobre 10, siendo "muy mal" puntuada (de 0 a 4) por 2 de cada 3 enfermeras (67,08%).

1 DE CADA 3 NO HA RECIBIDO NINGÚN TIPO DE INFORMACIÓN Y FORMACIÓN

   Asimismo, tres de cada cuatro enfermeras consideran que necesitarían más información y formación sobre el manejo de los EPIs (76,32%), y más de uno de cada tres declaran no haber recibido ningún tipo de información y formación al respecto (35,83%). El material que más han tenido que reutilizar las enfermeras/os ha sido la mascarilla FPP-2 o FPP-3 y ha sido así para cerca del 80% de las profesionales (77,30%).

   Por otra parte, cerca del 60 por ciento han reutilizado mascarillas quirúrgicas (61,66%) y más de la mitad batas impermeables (53,59%), mientras que uno de cada cuatro profesionales tuvieron que reutilizar trajes de buzo de los de un solo uso (25,75%).

   El estudio realizado ha mostrado que cerca de un 27 por ciento de las enfermeras han realizado alguna denuncia, escrito de queja o similar respecto a las circunstancias de seguridad existentes durante las semanas de crisis sanitaria.

   También, tal y como ha evidenciado el trabajo, la pandemia de la Covid-19 ha afectado a la estabilidad del puesto de trabajo a cerca del 20 por ciento de las enfermeras encuestados, y casi el 15 por ciento han necesitado ayuda psicológica por la sobrecarga laboral y duras condiciones que han tenido que soportar.

   Por último, y respecto a la implicación del centro sanitario o sociosanitario en el que trabajan durante la crisis sanitaria, los encuestados le dan una nota de 4,27 sobre 10, mientras que puntúan con un 5,74 sobre 10 a la implicación de su mando superior.

   "Las conclusiones del estudio no dejan lugar a dudas de que la falta de previsión y diligencia de las autoridades competentes ha puesto en grave riesgo a la salud y seguridad de las enfermeras, así como la de las personas de su entorno. Todos los problemas, errores y deficiencias constatadas no pueden volver a producirse en caso de nuevos rebrotes de la enfermedad, porque sería una falta de respeto a la dignidad de los ciudadanos y de los profesionales", han zanjado desde Satse.