Un futuro más negro que el carbón:
Las plantas de carbón echan el cierre en España. En el municipio de Andorra, en Teruel, esta instalación carboeléctrica cesa su actividad, al no estar adaptada a la nueva normativa europea de emisiones industriales.
Siete de las quince centrales térmicas de carbón aún operativas cierran sus puertas este martes. dejando sin trabajo a 1.100 personas.
Con pancartas, petardos y hasta cantado una jota los trabajadores reivindicaron, en el último día de trabajo, alternativas laborales para una comarca históricamente ligada al sector minero.
"Se nos cierra el pulmón económico del pueblo, la comarca y media provincia de Teruel. Y aquí, a día de hoy, después de mucho reivindicar durante muchísimos años, esa transición justa que tanto nos han prometido, no le vemos el pelo", lamenta Hilario Mombiela, presidente del comité de empresa de la central térmica de Andorra.
Este joven trabajador de la central térmica de Andorra que ha querido preservar su identidad ve el futuro más negro que el carbón... "Muy mal. porque aquí en esta zona no hay nada. Aquí estábamos trabajando, estábamos bien, y ahora nos tocará marcharnos por ahí fuera o buscarnos la vida por ahí."
El Plan de Futuro propuesto por Endesa para la recolocación de los más de 150 empleados de la central, incluye el desmantelamiento de la planta, que se prolongarán durante un periodo de entre 4 y 6 años.
Las centrales térmicas se encuentran en zonas relativamente aisladas de los centros económicos y el golpe a la llamada "España vacía" puede ser muy fuerte.
Siete de las quince centrales térmicas de carbón aún operativas cierran sus puertas este martes. dejando sin trabajo a 1.100 personas.
Con pancartas, petardos y hasta cantado una jota los trabajadores reivindicaron, en el último día de trabajo, alternativas laborales para una comarca históricamente ligada al sector minero.
"Se nos cierra el pulmón económico del pueblo, la comarca y media provincia de Teruel. Y aquí, a día de hoy, después de mucho reivindicar durante muchísimos años, esa transición justa que tanto nos han prometido, no le vemos el pelo", lamenta Hilario Mombiela, presidente del comité de empresa de la central térmica de Andorra.
Este joven trabajador de la central térmica de Andorra que ha querido preservar su identidad ve el futuro más negro que el carbón... "Muy mal. porque aquí en esta zona no hay nada. Aquí estábamos trabajando, estábamos bien, y ahora nos tocará marcharnos por ahí fuera o buscarnos la vida por ahí."
El Plan de Futuro propuesto por Endesa para la recolocación de los más de 150 empleados de la central, incluye el desmantelamiento de la planta, que se prolongarán durante un periodo de entre 4 y 6 años.
Las centrales térmicas se encuentran en zonas relativamente aisladas de los centros económicos y el golpe a la llamada "España vacía" puede ser muy fuerte.