Un niño con mascarilla disfruta de su patinete en Santa Cruz de Tenerife. EFE/Ramón de la Rocha
Como apunta, la pediatría ha trabajado para atender en los centros hospitalarios a los niños que lo han precisado, para mantener a la población infanto-juvenil lo más alejada posible de los focos de contagio e informando y educando a familias y a los menores en las medidas de prevención más eficaces.
“Los pediatras han ofrecido asistencia telemática los siete días de la semana las 24 horas del día y han volcado todos sus esfuerzos por evitar el contagio. Este nuevo coronavirus es poco frecuente y cursa de forma leve en la mayoría de los niños, pero tenemos que seguir investigando para apuntalar científicamente esta teoría”, añade.
Pediatría en tiempos de la COVID-19
“La COVID-19 ha afectado a nivel pediátrico a menos del 1 % del total de los casos diagnosticados, es decir, alrededor de unos 1.400 niños en España, de los cuales algo más de la cuarta parte han precisado ingreso hospitalario”, asegura la doctora Cristina Calvo, pediatra experta en COVID-19 y portavoz de la AEP en esta pandemia.Son muchas las teorías surgidas en torno al virus SARS-COV-2, sin embargo, todo proceso científico lleva su tiempo y es pronto para realizar afirmaciones cien por cien seguras.
“Creo que la comunidad médico-científica ha aprendido mucho sobre este virus, sin embargo, aún se necesita analizar con detalle la cantidad ingente de datos que manejamos con objeto de seguir aprendiendo y encontrarnos más preparados de cara a posibles nuevos brotes”, explica la doctora Calvo.
A este respecto, la experta pone de manifiesto que el otoño será sin duda un nuevo reto asistencial ante la posibilidad de un rebrote de contagios, por lo que es importante prepararse con todo lo que hemos aprendido en estos meses.
“Es posible que nos encontremos con la suma de infecciones habituales de los niños como el virus respiratorio sincitial o la gripe, junto a la COVID-19, por lo que será necesario redoblar esfuerzos”, subraya.Haciendo un pequeño balance, la doctora Calvo explica que la infección COVID-19 parece que afecta en general a niños sanos, sin que haya grandes alteraciones inmunológicas en los casos vistos hasta ahora.
“Los pacientes inmunodeprimidos no se han afectado de manera importante o grave. Se están realizando todavía detalladas investigaciones de las que pronto obtendremos nuevos resultados”, asegura.
Tratamiento de la COVID-19 en niños
En lo que respecta al tratamiento, “en Pediatría se ha realizado, sobre todo, tratamiento conservador sintomático. En algunos niños más graves, hospitalizados, se han empleado antivirales, -remdesivir y también hidroxicloroquina-“, subraya esta pediatra.La doctora María José Mellado, presidenta de la AEP, interviene en el Día de la Pediatría en la Agencia EFE/EFE/Javier Liaño
“No se han registrado efectos adversos y se intenta siempre que todos los tratamientos se hagan en el contexto de ensayos clínicos pediátricos, que son por ahora muy escasos pero que continúan abiertos para poder tener evidencias de calidad si hubiese más casos”, añade.
El tratamiento de los niños con patología crónica ha sido muy similar al de los niños sanos. “Se han hospitalizado cuando ha sido necesario, en pocas ocasiones, y han recibido tratamientos al igual que el resto de niños. Quizá al principio fuimos más temerosos con estos pacientes y se hospitalizaron con más frecuencia, pero con la evolución de la pandemia hemos aprendido que muchos casos se pueden atender también de forma ambulatoria”.
Este es otro de los aspectos a destacar durante la pandemia, “la excelente coordinación y colaboración entre la Pediatría de Atención Primaria y la Pediatría Hospitalaria, que ha permitido una atención excelente y segura de los niños, como ya estamos habituados, y como no podía ser de otra forma en una situación de alerta sanitaria de esta magnitud” asegura la doctora Mellado.
Las especialidades pediátricas
Todas las especialidades pediátricas implicadas han colaborado, sin excepción, en la creación de protocolos y documentos de consenso con un único objetivo: ofrecer una atención sanitaria de calidad adaptada a la situación actual de pandemia.“Estoy convencida- asegura la presidente de la AEP- de que sin la existencia de estos profesionales tan altamente cualificados y especializados el resultado no habría sido el mismo. El conocimiento detallado y exhaustivo de las patologías pediátricas, sumado a la estrecha relación existente entre el pediatra y las familias, han dado como resultado una modelo asistencial eficiente, que ha contribuido a evitar numerosos contagios”.
En opinión de la doctora Mellado, “muchos aspectos importantes se han puesto en evidencia durante toda esta pandemia, la necesidad de las especialidades pediátricas para una mejor atención a los niños es una de ellas y esto, nos da fuerzas renovadas para seguir luchando por el reconocimiento de las Áreas de Capacitación Específica (ACE) en Pediatría”.La Atención Primaria Pediátrica ha sido una de las especialidades que más se ha visto afectada en su labor diaria. El contacto directo y casi semanal de estos profesionales con las familias se ha visto profundamente alterado con la llegada de la COVID-19. “Ya nada volverá a ser igual”, asegura la secretaria de la AEP y pediatra de Atención Primaria (AP), la doctora María García-Onieva.
“Lejos quedan ya las consultas masificadas de las áreas de pediatría de los centros de salud. Desde AP se ha realizado un considerable esfuerzo por atender todas las demandas de las familias vía telemática y llegado el caso necesario, de manera presencial”, explica la doctora García-Onieva, quien no deja pasar la oportunidad de felicitar a los padres por su “comportamiento responsable”.
Retos de la Pediatría en relación con la COVID-19
Son numerosas las investigaciones que se están llevando a cabo en busca de una vacuna que devuelva la normalidad a nuestro día a día y más de 10 o 12 prototipos ya se están estudiando en humanos, “pero el desarrollo de una vacuna es complejo, no se pueden saltar pasos obligados por la seguridad y no es previsible que tengamos una vacuna este año”, recuerda la doctora Calvo.Hasta que no contemos con esta prevención eficaz, es factible que no podamos volver a la práctica de la atención Pediátrica tal y como la conocemos hasta ahora.
Sin embargo, la doctora Mellado asegura que “tenemos ahora la oportunidad de aprovechar y aplicar todo lo que hemos aprendido durante estos meses, tanto a nivel científico como asistencial y posiblemente esta nueva forma de hacer la pediatría nos haya enseñado que la tecnología es un arma valiosa para la salud”.
Los retos a los que se enfrentan los pediatras a corto plazo pasan por retomar y asegurar el cumplimiento riguroso de los calendarios vacunales y las consultas del niño sano en Atención Primaria, ofreciendo garantías de seguridad y prevención de nuevos contagios.
En la pediatría hospitalaria estos retos podrían centrarse en mantener el altísimo nivel asistencial actual sin dejar que interfiera la COVID-19 en el abordaje de las patologías agudas en niños.
En relación con la investigación en Pediatría, ordenar la gran cantidad de datos obtenidos, ponerlos en contexto para aplicarlos a la clínica y adaptar la posible vacuna frente al SARS-COV-2 a nivel pediátrico con los mismos estándares de calidad y seguridad, son los retos marcados por los expertos.