Venta de joyas de familia para llegar a fin de mes tras la crisis económica



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Cristian Pérez fabrica componentes para ascensores en una empresa familiar. Durante el confinamiento, se negó a despedir a sus trabajadores. En su lugar, cambió su producción para fabricar componentes de respiradores para los hospitales.

"Básicamente hicimos soportes para ventiladores. Están hechas de aluminio, y nosotros podíamos darles servicio a los hospitales de forma rápida, pero bueno, prácticamente a coste cero”, cuenta a Euronews el empresario Cristian Pérez.

Tras cuatro meses de inactividad y la incertidumbre de un futuro económico lleno nubarrones, Cristian ha decidido vender unas joyas que han permanecido en la familia durante años.

"El objetivo es inyectar liquidez en la empresa, para cumplir nuestras obligaciones. Impuestos salarios, pagos a proveedores", explica el empresario que además confiesa sentir que "traiciona" a su abuelo o madre por estar vendiendo sus bisuterías, "pero luego hablas con ellas y lo entienden", agregó.

El negocio de los compro-oro está en auge. Con tres millones de parados y miles de pequeñas empresas que han tenido que cerrar, muchos españoles está buscando en sus cajones algo que vender. Estas empresas tratan ahora de alejarse de la vieja imagen de la casa de empeño para atraer a sus clientes.

"Hemos recibido llamadas de gente llorando, pidiendo ayuda, porque necesitaban dinero. Pidiendo incluso si podíamos ir a su casa a hacer una tasación... Pero también tenemos muchos clientes, que son clase media alta, que quieren deshacerse de esas joyas que tienen en casa, porque están pasadas de moda, o simplemente porque ya no se las ponen", nos explica Cristina Julián Palacios, directora de mercadeo de la casa de oro 4Dreams.

Tres de cada diez españoles dependen en estos momentos de un subsidio, o una pensión, para llegar a fin de mes. España recibirá 140.000 millones de euros del Fondo Europeo para la Recuperación para mantener el estado de bienestar mientras dura la pandemia. Pero los nuevos brotes muestran que el final de la tormenta aún está lejos.

La economía española cayó un dramático 18% en el segundo trimestre, pero Pedro Sánchez ya ha advertido que quedan aún meses difíciles. La recuperación será lenta, y no llegará por ahora.