MADRID (Sputnik) — El vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias, acusó al rey Felipe VI de incumplir su obligación de mantener neutralidad política tras la polémica generada por la ausencia del monarca en un acto de la judicatura en Barcelona.
"Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado", dijo Iglesias en un mensaje publicado en Twitter.
Ese mensaje concluye citando el artículo 1.2 de la Constitución Española, donde se establece que "la soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado".
El 25 de septiembre se produjo en Barcelona la entrega de despachos a los nuevos miembros de la carrera judicial, un acto protocolario que habitualmente cuenta con la presencia del rey.
En esta ocasión el Gobierno vetó su participación en el acto pese a que el monarca ya había aceptado la invitación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para acudir a Barcelona.
Hasta la fecha, el Gobierno no ha explicado los motivos concretos del veto, limitándose a afirmar que la decisión busca "proteger a las instituciones".
Una de las lecturas más extendidas del movimiento es que el Gobierno pretende evitar la presencia del monarca en un acto con la judicatura en Barcelona, justo en los días previos a la decisión del Tribunal Supremo sobre la inhabilitación del presidente catalán, Quim Torra.
Además, está en el interés político del Gobierno evitar un clima de crispación con el mundo independentista catalán, ya que sus votos pueden ser clave para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, vitales para que la legislatura continúe con vida.
Sea cual sea el motivo, la decisión generó una reacción de rechazo por parte del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, y de otros jueces que gritaron "viva el rey" al término del acto, en presencia del ministro de Justicia.
Según reveló el propio Lesmes, al término del acto Felipe VI se puso en contacto con él para disculparse por su ausencia, trasladándole "que le habría gustado estar allí".
Los miembros del Gobierno que pertenecen al partido Unidas Podemos, como el citado Pablo Iglesias, de convicciones republicanas, manifestaron su malestar por estas palabras.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, acusó directamente al monarca de "maniobrar contra el Gobierno".
"La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible", escribió en Twitter.
El líder de la oposición, el conservador Pablo Casado (PP), calificó como "intolerables" las palabras de los miembros del Gobierno, llegando a afirmar que abren una "crisis institucional".
"Los ataques del Gobierno al Rey son intolerables. Si Sánchez [el presidente del Gobierno] no desautoriza inmediatamente a su vicepresidente y ministros será responsable de la más grave crisis institucional de nuestra historia reciente. Y actuaremos con firmeza contra esta subversión del orden constitucional", dijo Casado.
Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2CE: La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado pic.twitter.com/WnWR0valz6
— Pablo Iglesias �� (@PabloIglesias) September 25, 2020
El 25 de septiembre se produjo en Barcelona la entrega de despachos a los nuevos miembros de la carrera judicial, un acto protocolario que habitualmente cuenta con la presencia del rey.
En esta ocasión el Gobierno vetó su participación en el acto pese a que el monarca ya había aceptado la invitación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para acudir a Barcelona.
Hasta la fecha, el Gobierno no ha explicado los motivos concretos del veto, limitándose a afirmar que la decisión busca "proteger a las instituciones".
Una de las lecturas más extendidas del movimiento es que el Gobierno pretende evitar la presencia del monarca en un acto con la judicatura en Barcelona, justo en los días previos a la decisión del Tribunal Supremo sobre la inhabilitación del presidente catalán, Quim Torra.
Además, está en el interés político del Gobierno evitar un clima de crispación con el mundo independentista catalán, ya que sus votos pueden ser clave para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, vitales para que la legislatura continúe con vida.
Sea cual sea el motivo, la decisión generó una reacción de rechazo por parte del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, y de otros jueces que gritaron "viva el rey" al término del acto, en presencia del ministro de Justicia.
Según reveló el propio Lesmes, al término del acto Felipe VI se puso en contacto con él para disculparse por su ausencia, trasladándole "que le habría gustado estar allí".
Los miembros del Gobierno que pertenecen al partido Unidas Podemos, como el citado Pablo Iglesias, de convicciones republicanas, manifestaron su malestar por estas palabras.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, acusó directamente al monarca de "maniobrar contra el Gobierno".
"La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible", escribió en Twitter.
La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible.
— Alberto Garzón�� (@agarzon) September 25, 2020
"Los ataques del Gobierno al Rey son intolerables. Si Sánchez [el presidente del Gobierno] no desautoriza inmediatamente a su vicepresidente y ministros será responsable de la más grave crisis institucional de nuestra historia reciente. Y actuaremos con firmeza contra esta subversión del orden constitucional", dijo Casado.