CORONAVIRUS UNIVERSIDAD
Los universitarios vuelven estos días a sus facultades, donde a causa del coronavirus seguirán un curso con un modelo de enseñanza mixto, presencial y telemático, y muestran su inquietud ante unos protocolos que, según critican, "contemplan las medidas sanitarias pero dejan de lado al ámbito académico".
Lo señala a Efe Oskar Fernández Luzuriaga desde el Consejo de Estudiantes Universitarios de España (Ceune), que es el órgano colegiado de representación de estudiantes de todas las universidades en España.
"No se puede permitir que siga habiendo estudiantes que no puedan acceder en igualdad de condiciones a su derecho a la educación superior", afirma Fernández, que es vicepresidente segundo de Ceune y estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Pública de Navarra.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las principales dificultades para un universitario este curso 2020-21?
RESPUESTA: Nos enfrentamos a este nuevo curso bajo una situación de incertidumbre, los protocolos aprobados por el Ministerio de Universidades y las comunidades contemplan en todo momento las medidas sanitarias pero dejan de lado al ámbito académico. El curso pasado ya vimos la dificultad de muchos docentes para adaptarse al medio digital, y nos preocupa que esto pueda volver a repetirse y no se reciba una docencia real y de calidad.
P: ¿Es justo que se asegure más la presencialidad para los alumnos de los primeros cursos?
R: Sí, llegar a la universidad es un cambio de contexto en el cual te enfrentas a una situación nueva y necesitas ser respaldado. Los alumnos aún no se conocen entre ellos, no están acostumbrados a las herramientas "online" y pueden llegar a sentir un desánimo que, en los casos más graves, acabe con el indeseable abandono de los estudios universitarios.
P: ¿Habéis tenido los últimos meses contacto con el Ministerio de Universidades?
R: El contacto con el Ministerio y con el ministro personalmente ha sido constante y fluido durante estos meses, a diferencia de lo ocurrido con ministros anteriores.
Sin embargo, tantas reuniones no han tenido una verdadera utilidad, pues en muchas no venían a consensuar documentos o medidas, sino simplemente a presentárnoslos.
Habrá estudiantes que se sientan más respaldados y otros menos, pero no se trata de eso sino de tener las garantías de que vamos a recibir una docencia de calidad y vamos a ser evaluados de forma correcta. Estas garantías tienen que venir de los gobiernos tanto central como autonómicos, que son quienes tienen las competencias, así como las agencias de verificación y las propias universidades. Desde los representantes de estudiantes mostramos nuestra disposición a trabajar junto a todos ellos.
P: La CRUE señaló hace poco que la brecha digital se detectó entre el 1/1,5 % del alumnado.
R: Ese 1/1,5% son más de quince mil estudiantes en todo el Estado. Estos datos reflejan que la brecha digital sigue siendo un problema en el ámbito universitario, la cual tenemos que trabajar para reducir.
No se puede permitir que siga habiendo estudiantes que no puedan acceder en igualdad de condiciones a su derecho a la educación superior, mientras haya un estudiante en esas condiciones, no podremos dejar de trabajar en ello.
P: ¿Las prácticas necesarias en cada grado se van a poder llevar a cabo?
R: La situación de la pandemia es muy compleja y cambiante, hay que tener en cuenta que nos encontramos en una situación de incertidumbre. Las universidades deben garantizar que el estudiantado pueda realizar sus prácticas y que no ocurra lo que ha sucedido en Madrid, Murcia y Melilla, donde el estudiantado de la rama sanitaria ha visto retrasadas o incluso anuladas sus prácticas. Se debe velar porque el estudiantado no cubra puestos estructurales de las empresas o instituciones y garantizar que todos los estudiantes tengan la garantía de poder realizar sus prácticas formativas.
P: El pasado curso pedisteis una rebaja de tasas ya que las clases presenciales se suspendieron. ¿Habéis tenido respuesta?
R: Las comunidades acordaron con el Ministerio la rebaja de las tasas a los precios previos al conocido como "tasazo Wert", pero esto no ha tenido nada que ver, sino que responde a una reivindicación histórica de revertir el tasazo de 2011.
Debido a la situación de no presencialidad sí que algunas universidades establecieron mecanismos para devolver el dinero o prorrogar las matrículas al curso 2020-21 de forma que no supongan un coste adicional para el estudiantado.
P: ¿Cómo habría que reformar el sistema de becas?
R: Primero, es necesario aumentar las cuantías. Segundo, en materia de requisitos académicos, pues hoy no solo es necesario cumplir con los criterios de renta, sino aprobar un número de créditos mínimo, el cual varía dependiendo de la carrera.
Ello genera desigualdades entre el estudiantado y añade una presión extra a ese estudiantado que necesita la beca para poder seguir estudiando. Muchos trabajan durante todo el año para poder mantenerse en la universidad, ya que las becas llegan en primavera, cuando la mayor parte del curso ha pasado.
Por último, otro de los grandes problemas es el apartado de excelencia. Unas becas que quieren atender unas necesidades socioeconómicas no pueden estar sujetas a la excelencia. Las universidades dan premios a sus mejores expedientes, entre otras iniciativas, para potenciar la excelencia. Esta tiene que ser la vía y no mediante las becas.
P: ¿Qué cambios necesitaría la EBAU/EVAU?
R: Debe abrirse el debate sobre el modelo de la prueba de acceso a la universidad con el conjunto de agentes de la comunidad educativa. No creemos que exista una fórmula mágica al respecto.
Pilar Rodríguez Veiga
Los universitarios vuelven estos días a sus facultades, donde a causa del coronavirus seguirán un curso con un modelo de enseñanza mixto, presencial y telemático, y muestran su inquietud ante unos protocolos que, según critican, "contemplan las medidas sanitarias pero dejan de lado al ámbito académico".
Lo señala a Efe Oskar Fernández Luzuriaga desde el Consejo de Estudiantes Universitarios de España (Ceune), que es el órgano colegiado de representación de estudiantes de todas las universidades en España.
"No se puede permitir que siga habiendo estudiantes que no puedan acceder en igualdad de condiciones a su derecho a la educación superior", afirma Fernández, que es vicepresidente segundo de Ceune y estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Pública de Navarra.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las principales dificultades para un universitario este curso 2020-21?
RESPUESTA: Nos enfrentamos a este nuevo curso bajo una situación de incertidumbre, los protocolos aprobados por el Ministerio de Universidades y las comunidades contemplan en todo momento las medidas sanitarias pero dejan de lado al ámbito académico. El curso pasado ya vimos la dificultad de muchos docentes para adaptarse al medio digital, y nos preocupa que esto pueda volver a repetirse y no se reciba una docencia real y de calidad.
P: ¿Es justo que se asegure más la presencialidad para los alumnos de los primeros cursos?
R: Sí, llegar a la universidad es un cambio de contexto en el cual te enfrentas a una situación nueva y necesitas ser respaldado. Los alumnos aún no se conocen entre ellos, no están acostumbrados a las herramientas "online" y pueden llegar a sentir un desánimo que, en los casos más graves, acabe con el indeseable abandono de los estudios universitarios.
P: ¿Habéis tenido los últimos meses contacto con el Ministerio de Universidades?
R: El contacto con el Ministerio y con el ministro personalmente ha sido constante y fluido durante estos meses, a diferencia de lo ocurrido con ministros anteriores.
Sin embargo, tantas reuniones no han tenido una verdadera utilidad, pues en muchas no venían a consensuar documentos o medidas, sino simplemente a presentárnoslos.
Habrá estudiantes que se sientan más respaldados y otros menos, pero no se trata de eso sino de tener las garantías de que vamos a recibir una docencia de calidad y vamos a ser evaluados de forma correcta. Estas garantías tienen que venir de los gobiernos tanto central como autonómicos, que son quienes tienen las competencias, así como las agencias de verificación y las propias universidades. Desde los representantes de estudiantes mostramos nuestra disposición a trabajar junto a todos ellos.
P: La CRUE señaló hace poco que la brecha digital se detectó entre el 1/1,5 % del alumnado.
R: Ese 1/1,5% son más de quince mil estudiantes en todo el Estado. Estos datos reflejan que la brecha digital sigue siendo un problema en el ámbito universitario, la cual tenemos que trabajar para reducir.
No se puede permitir que siga habiendo estudiantes que no puedan acceder en igualdad de condiciones a su derecho a la educación superior, mientras haya un estudiante en esas condiciones, no podremos dejar de trabajar en ello.
P: ¿Las prácticas necesarias en cada grado se van a poder llevar a cabo?
R: La situación de la pandemia es muy compleja y cambiante, hay que tener en cuenta que nos encontramos en una situación de incertidumbre. Las universidades deben garantizar que el estudiantado pueda realizar sus prácticas y que no ocurra lo que ha sucedido en Madrid, Murcia y Melilla, donde el estudiantado de la rama sanitaria ha visto retrasadas o incluso anuladas sus prácticas. Se debe velar porque el estudiantado no cubra puestos estructurales de las empresas o instituciones y garantizar que todos los estudiantes tengan la garantía de poder realizar sus prácticas formativas.
P: El pasado curso pedisteis una rebaja de tasas ya que las clases presenciales se suspendieron. ¿Habéis tenido respuesta?
R: Las comunidades acordaron con el Ministerio la rebaja de las tasas a los precios previos al conocido como "tasazo Wert", pero esto no ha tenido nada que ver, sino que responde a una reivindicación histórica de revertir el tasazo de 2011.
Debido a la situación de no presencialidad sí que algunas universidades establecieron mecanismos para devolver el dinero o prorrogar las matrículas al curso 2020-21 de forma que no supongan un coste adicional para el estudiantado.
P: ¿Cómo habría que reformar el sistema de becas?
R: Primero, es necesario aumentar las cuantías. Segundo, en materia de requisitos académicos, pues hoy no solo es necesario cumplir con los criterios de renta, sino aprobar un número de créditos mínimo, el cual varía dependiendo de la carrera.
Ello genera desigualdades entre el estudiantado y añade una presión extra a ese estudiantado que necesita la beca para poder seguir estudiando. Muchos trabajan durante todo el año para poder mantenerse en la universidad, ya que las becas llegan en primavera, cuando la mayor parte del curso ha pasado.
Por último, otro de los grandes problemas es el apartado de excelencia. Unas becas que quieren atender unas necesidades socioeconómicas no pueden estar sujetas a la excelencia. Las universidades dan premios a sus mejores expedientes, entre otras iniciativas, para potenciar la excelencia. Esta tiene que ser la vía y no mediante las becas.
P: ¿Qué cambios necesitaría la EBAU/EVAU?
R: Debe abrirse el debate sobre el modelo de la prueba de acceso a la universidad con el conjunto de agentes de la comunidad educativa. No creemos que exista una fórmula mágica al respecto.
Pilar Rodríguez Veiga